La parábola del Padre misericordioso nos muestra la lógica de la misericordia de Dios

Durante la audiencia general el Papa explicó la parábola del hijo pródigo. Dijo que la lógica de Dios y de los hombres no es la misma. El hijo pequeño de la parábola piensa que será castigado por sus pecados mientras que el mayor piensa que recibirá una recompensa por su buena conducta. “La lógica de la misericordia” de Dios, señaló, “no entiende de premios o castigos, sino de acoger a todo el que necesita de misericordia y perdón, y de que todos vuelvan a ser hermanos”.

Queridos hermanos y hermanas:

La parábola del Padre misericordioso nos muestra la lógica de la misericordia de Dios. Esta marca su modo de actuar con los hombres, abre nuestros corazones a la esperanza y nos devuelve la dignidad de hijos de Dios.

La lógica de la misericordia no entiende de premios o castigos, sino de acoger a todo el que necesita misericordia y perdón, y de que todos vuelvan a ser hermanos

La lógica de la misericordia usada por el padre es muy distinta a la lógica usada por los dos hijos de la parábola, pues el hijo menor, sumido en la tristeza, pensaba merecer un castigo por los pecados cometidos, mientras que el hijo mayor, presumiendo de estar siempre con el padre, esperaba una recompensa por los servicios prestados.

Precisamente en ver a los hijos juntos y reconociéndose como hermanos consiste la alegría del padre

Tanto el uno como el otro necesitaban experimentar la misericordia, por eso el padre invita a ambos a hacer fiesta, pues la lógica de la misericordia no entiende de premios o castigos, sino de acoger a todo el que necesita misericordia y perdón, y de que todos vuelvan a ser hermanos.

Precisamente en ver a los hijos juntos y reconociéndose como hermanos consiste la alegría del padre.


Saludos

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Acojamos con gozo la invitación de Jesús a participar en la fiesta de la misericordia y de la fraternidad, y abramos nuestro corazón para ser misericordiosos como el Padre. Que Dios los bendiga.


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